Bienvenidos a nuestro Blog, en el podréis encontrar toda la información relacionada con la Iglesia Bautista Libertad De Lebrija (acontecimientos, mensajes, escritos, fotogarfías, ...), para manteneros informados de todo y con el único objetivo que pueda serviros de bendición y llevar gloria al nombre de Dios. Un saludo, Dios os bendiga.
martes, 28 de abril de 2015
Pasando y mirando
vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción:
AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien
yo os anuncio. El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay… Señor
del cielo y de la tierra… Hechos 17:23-24
El Dios Desconocido
Un escritor ateniense del primer siglo escribía: <<
Nuestro país está lleno de divinidades, que es más fácil encontrarse con un
dios que con un hombre>>.
Los griegos se habían fabricado una multitud de dioses para
protegerse. Trataban de estar bien con las fuerzas de la naturaleza para
escapar a las catástrofes naturales que, según ellos, eran manifestaciones de
la ira de esos dioses.
Cuando el apóstol Pablo llegó a Atenas, se sorprendió al ver
la ciudad llena de ídolos. Pero entre la multitud de altares y estatuas,
descubrió un altar dedicado al “DIOS NO CONOCIDO”. Este altar era una clara
prueba de un profundo desconocimiento del verdadero Dios. Numerosos dioses
sobrecargaban a los atenienses, pero ninguno de ellos podía llenar su corazón. Entonces
Pablo les presentó al único Dios, creador del Universo, el cual hizo el hombre
a su imagen. Ese Dios vivo que se acercó a nosotros no está representado por
una estatua, “escultura de arte y de imaginación de hombres”. Se reveló en la
persona de su Hijo Jesucristo, quien vino a la tierra.
Ese Dios, añade el apóstol Pablo, “ahora manda a todos los
hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30).
¿Conoce usted al verdadero Dios, o él sigue siendo para
usted el Dios desconocido? Todavía hoy él quiere darse a conocer a cada ser
humano como el Dios Salvador.
IGLESIA BAUTISTA
LIBERTAD
DE LEBRIJA
domingo, 5 de abril de 2015
¿Por qué buscáis entre los muertos al
que vive? No está aquí, sino que ha resucitado… Fue necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su
nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones. Lucas
24:5-6, 46-47.
¿Quién nos removerá la
piedra?
Después de haber muerto en la cruz, Jesús fue puesto en una
tumba: una excavación tallada en una pared rocosa. Una pesada piedra sellaba la
entrada. Al tercer día después de su muerte, unas mujeres que habían seguido a
Jesús fueron a la tumba para embalsamar su cuerpo. Mientras iban por el camino,
se preguntaban quién les removería “la piedra de la entrada del sepulcro”
(Marcos 16:3).
¡Pero qué sorpresa se llevaron al llegar a la tumba! La
piedra había sido removida y el cuerpo de Jesús ya no estaba allí. Perplejas,
algunas de ellas se marcharon llenas de miedo; sólo María Magdalena se quedó
allí llorando. No había comprendido que la piedra había sido removida para
mostrar que la tumba estaba vacía, que Cristo había resucitado. En efecto, Dios
expresó su plena satisfacción en la obra de la cruz resucitando a su Hijo
Jesucristo. ¡Sí! Él murió para solucionar eternamente la cuestión del pecado
que nos mantenía alejados de Dios. Pero ahora está vivo y declara: “Estuve
muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 1:18).
Cerca de la tumba vacía Jesús se apareció a María y le
reveló las inmensas consecuencias de su muerte y resurrección. “Subo a mi
Padre, a mi Dios y a vuestro Dios” (Juan 20:17). A partir de ese momento Dios
se dio a conocer como el Padre.
El cielo está abierto y Cristo entró en él como Precursor. Los
que hemos creído en él pronto entraremos allí también.
IGLESIA BAUTISTA
LIBERTAD
DE LEBRIJA
martes, 24 de marzo de 2015
El que cree en el Hijo tiene vida
eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de
Dios está sobre él. Juan 3:36
¿Y quién podrá estar en pie delante
de ti (Dios) cuando se encienda tu ira? Salmo 76:7
La sirena de seguridad
En una cantera ubicada en la falda de una montaña, algunas
decenas de obreros tallaban y transportaban bloques de mármol. De repente se
oyó al toque prolongado de una poderosa sirena y todos abandonaron su trabajo y
se dirigieron rápidamente hacia un resguardo cuidadosamente instalado. Después
del sonido de una segunda estridente sirena, unas minas estallaron en sordas
explosiones y se desplomaron enormes bloques de roca en medio de una nube de
polvo. Luego volvió el silencio y el trabajo en la cantera prosiguió.
Durante este año, de muchas y diferentes formas, la sirena
ha resonado muchas veces anunciando la próxima venida de Cristo y los
consiguientes juicios, invitándonos a ponernos al abrigo. ¿Hemos comprendido su
mensaje: “huir de la ira venidera”? (Lucas 3:7). ¿Tomamos la buena dirección?
¿Nos hallamos seguros?
Todos vamos al encuentro de Dios, un Dios santo y justo que
condenará a los que rehúsan la gran salvación que Él ofrece. El Dios de amor y
de perdón nos recibe tal como somos. El único medio de prepararse para
encontrarle es reconocerse pecador y creer en Jesús y en su sacrificio.
Escuchemos una vez más estas advertencias: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los
términos de la tierra” (Isaías 45:22). Y “arrepentíos y convertíos, para que
sean borrados vuestros pecados” (Hechos 3:19).
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